sábado, 26 de febrero de 2011

La entrega de los premios Oscar, es sensación en el mundo cinematográfico de Hollywood, miles millones de dólares se ven reflejados en dicho evento, entre la organización y la cantidad de propaganda que se lanza hacia esta premiación en la que los grandes monopolios quieren ser parte.

Los premios no se limitan a la entrega de un simple premio y ya, todo lo contrario, después de eso se realizan fiestas con una numerosos regalos para los ganadores,  productos con la más alta tecnología (electrodomésticos, ropa, aparatos portátiles, etc. ).

Las nominaciones, merecen también grandes retribuciones, ganancias y altos niveles de audiencia. Sin embargo las cintas que son premiadas, muchas veces no son las mejores sino las que mayor nivel de consumo se obtiene de ellas, o las que representan intereses que intentan crear ideales en la sociedad estadounidense.

¿Es esta premiación un negocio de las productoras? 
Por lo menos hasta esta década eso ha demostrado año con año, grandes filmes no se toman en cuenta y se premia a otros que no valen la pena y que no aportan en nada a la sociedad.

El cine es un arte emisor de sentimientos, ideologías y emociones  y desde mi punto de vista este tipo de premiaciones deben ser revaloralizadas en todos los sentidos, cumpliendo el objetivo de premiar a cintas que realmente lo merecen.




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